TEMA 1. LAS CIUDADES COMO CREACIÓN HUMANA. CRECIMIENTO URBANO Y PLANIFICACIÓN

A escala planetaria, la población urbana ha superado a la población rural y, en Europa, más del 70% de su población vive ya en ciudades. Podemos afirmar, por tanto, que vivimos en un planeta urbano y que, especialmente en los países en vías de desarrollo, se está incrementando el ritmo de urbanización. Sin embargo, en muchos de estos países, la urbanización no va de la mano de una mejora en la calidad de vida de sus ciudadanos y, hoy en día, más de mil millones de habitantes viven en slums o áreas marginales. De ahí el interés que genera el estudio de la ciudad en la geografía y la necesidad de una planificación adecuada de la misma.

1.2 ¿Por qué se produce la urbanización?

Urbanizar es el proceso por el cual un área que no es urbana se convierte en urbana. En consecuencia, se tienen que producir un conjunto de transformaciones y una paulatina concentración de la población en asentamientos urbanos. Además, deben producirse una serie de factores desencadenantes que principalmente se fundamentan en la existencia de un foco de atracción de actividad económica y empleo. Los procesos de urbanización implican cambios en la localización de la población y en la organización del sistema de asentamientos humanos. Se va a producir un trasvase de población desde las áreas rurales que sufrirán un proceso de despoblación, por lo menos, en un primer momento.

La urbanización se produce gracias al surgimiento de un mercado y de una actividad comercial, que permite una concentración de la población. Es necesario que exista un umbral mínimo de demanda que solo se consigue con una concentración importante de población. Definiríamos el umbral de demanda como la población mínima que debe de existir para que determinadas actividades empresariales sean rentables, lo que lleva a una concentración de la actividad económica. Conforme se desarrolle la actividad comercial, la capacidad de atracción y el área de influencia de la ciudad se ampliará, es decir, ejercerá una centralidad sobre su región circundante. Esto está relacionado con la Teoría del Lugar Central de Christaller. Así, las ciudades se presentarán como lugares centrales que organizan el territorio próximo en lo que se denominarían áreas de influencia. La actividad económica se irá diversificando por el continuo proceso de aglomeración, sobre todo, a partir la revolución industrial. La progresiva urbanización de los territorios, con la difusión del fenómeno urbano, llevará a la conformación de una red de núcleos urbanos que articularán una estructura de núcleos de población de diferente rango y tamaño y podremos hablar de redes urbanas que se organizarán en función de su diversidad de tamaños y jerarquía.

Como consecuencia de este fenómeno, se ha producido paulatinamente un aumento de la población que vive en las ciudades, resultado de fuertes corrientes migratorias campo-ciudad y de una mayor vitalidad demográfica. Ello puede ocasionar problemas derivados de una insuficiencia de vivienda o infraestructuras y equipamientos. Se producirá también un incremento del número de ciudades en los procesos más evolucionados debido a la propia difusión del fenómeno urbano (a veces la aparición de nuevos núcleos se potencia con políticas regionales que tratan de potenciar la estructura territorial en zonas de poblamiento más débil). Las ciudades cada vez consumen más territorio, debido a la creciente demanda de la actividad económica, las infraestructuras y la población.

Fuente: imagen propia

Por último, se nos plantea aquí un problema relativo a cómo medimos la urbanización.  Por ejemplo, podríamos considerar que los países más urbanizados son aquellos que disponen de un porcentaje de población urbana más alto. Pero también podríamos considerar más urbanizados aquellos que tengan una mayor superficie urbanizada, es decir, superficie transformada tras la realización de obras de urbanización, la construcción de infraestructuras, equipamientos, de zonas residenciales propias de las ciudades, etc. No obstante, partiendo de la no existencia de una definición consensuada sobre lo que es la ciudad, y considerando que los límites de la ciudad se encuentran cada vez más difuminados, la cuantificación y comparación del grado de urbanización de las regiones será una tarea complicada.