TEMA 1. LAS CIUDADES COMO CREACIÓN HUMANA. CRECIMIENTO URBANO Y PLANIFICACIÓN

Gunea: UPV/EHUko OpenCourseWare (OCW) proiektua
Ikastaroa: La evolución del planeamiento urbano, [2021/11] [cas]
Liburua: TEMA 1. LAS CIUDADES COMO CREACIÓN HUMANA. CRECIMIENTO URBANO Y PLANIFICACIÓN
Nork inprimatua: Gonbidatua
Data: larunbata, 2024(e)ko azaroaren 23(e)an, 22:17(e)tan

Deskribapena

A escala planetaria, la población urbana ha superado a la población rural y, en Europa, más del 70% de su población vive ya en ciudades. Podemos afirmar, por tanto, que vivimos en un planeta urbano y que, especialmente en los países en vías de desarrollo, se está incrementando el ritmo de urbanización. Sin embargo, en muchos de estos países, la urbanización no va de la mano de una mejora en la calidad de vida de sus ciudadanos y, hoy en día, más de mil millones de habitantes viven en slums o áreas marginales. De ahí el interés que genera el estudio de la ciudad en la geografía y la necesidad de una planificación adecuada de la misma.

OBJETIVOS

En este tema se pretenden alcanzar los siguientes objetivos:

  1. Entender la relevancia de las ciudades en el contexto actual.
  2. Identificar cómo se ha producido la urbanización del planeta.
  3. Comprender que la ciudad es el resultado de la implicación de agentes con capacidad de decisión a lo largo de la historia.
  4. Comprender que el plano urbano nos puede servir de instrumento de análisis.
  5. Entender que el urbanismo es una ciencia que tiene su plasmación en el territorio a través del planeamiento urbano.

1.1 La urbanización del planeta: Vivimos en un planeta urbano

Debido a los procesos de urbanización, las ciudades  crecen en número y se extienden sobre el territorio, perdiendo su compacidad y dificultando su definición. De ahí, el interés de las ciencias sociales por su definición y estudio, y del planeamiento urbano por su ordenación.  Pero para llegar a comprender la realidad actual debemos estudiar su historia y su evolución. La ciudad es el resultado de esa historia y de cómo ha sido organizada por las diferentes sociedades a lo largo de los años.

Vivimos en un planeta urbano donde más del 55% de la población vive en ciudades. Además, el proceso de urbanización se está acelerando y se estima que, para 2030, más del 60% de la población vivirá en ciudades (United Nations, 2018). A la vista de estas cifras, podemos afirmar que hoy vivimos en un planeta urbano y que principalmente la población urbana se localiza en el hemisferio norte y se concentra principalmente en los países desarrollados, aunque también podemos encontrar países emergentes con altos niveles de población urbana como India.

Fuente: imagen propia realizada con Canva https://www.canva.com/ en base a datos ONU (2018)

La distribución de la población urbana en función del tamaño poblacional de los asentamientos también se está modificando. Las ciudades que más están creciendo son las ciudades de más de un millón de habitantes, que en 2018 alcanzaban la cifra de 548 ciudades y que se estima que lleguen a la cifra de 706 en 2030 (Naciones Unidas, 2018). Se aprecia también que se está produciendo un crecimiento de las megaciudades (ciudades con más de 10 millones de habitantes), que, en la actualidad, se localizan fundamentalmente en Latinoamérica, Asia y Estados Unidos, aunque se empieza a apreciar un fuerte crecimiento en otras regiones menos urbanizadas como es África. La tendencia de estas megaciudades es a crecer en número, en 2018 se contabilizaron 33 y para 2030 se espera que crezca el número hasta 43 (United Nations, 2018).

Por otro lado, debemos considerar que la urbanización es un proceso socioeconómico complejo que transforma el espacio rural en asentamientos urbanos y que también implica un cambio en la distribución de la población desde las áreas rurales a las áreas urbanas.  Conlleva, por tanto, cambios sociales, culturales, en el modo de vida, etc. La urbanización toma forma a través del planeamiento espacial y urbano y es el resultado de inversiones públicas y privadas en infraestructuras y edificaciones. No todas las regiones están igualmente urbanizadas, pero aquí también nos encontramos con la dificultad de medir ese proceso y de definir que es urbanizar. Intuitivamente, podríamos definirlo como aquel proceso por el cuál un espacio que no era urbano se convierte en ciudad. Entramos aquí también en la complejidad que implica el concepto de ciudad, porque no podemos definir de igual modo, por ejemplo, la ciudad medieval y la ciudad actual. Ni tampoco nos podrán servir los mismos criterios para definir una ciudad de África o una ciudad europea (Capel, 1975).

En todo caso, los criterios que habitualmente se utilizan a nivel internacional para hablar del grado de urbanización de un país son los porcentajes de población urbana respecto a la población rural. Así, encontramos países como Australia o Brasil que están fuertemente urbanizados, porque prácticamente casi toda su población vive en ciudades. A nivel regional, observaríamos que África presenta el menor porcentaje de población urbana, mientras que Norte América se encontraría en el extremo opuesto con el 82% de su población viviendo en ciudades.

Fuente: imagen propia realizada con Canva https://www.canva.com/ en base a datos ONU (2018)

Sin embargo, podríamos atender también a otros indicadores como serían la superficie urbanizada en relación a la superficie total y el mapa resultante sería bastante diferente. Este contraste se puede observar en el mapa de la NASA sobre contaminación lumínica, que nos muestra perfectamente, donde se concentran las grandes áreas urbanizadas. Así, claramente se opondría el Hemisferio Norte fuertemente urbanizado, frente al Hemisferio Sur. Y podemos observar como la urbanización principalmente se localiza en las zonas litorales o en torno a grandes ríos. Esta imagen nos muestra también la difusión del fenómeno urbano, que lleva a que la ciudad pierda sus límites y se constituyan áreas urbanas que superan la ciudad: conurbaciones, áreas metropolitanas, regiones urbanas, ciudades región o megalópolis. También a través de esta imagen se puede identificar que no todas las redes de ciudades se encuentran equilibradas, presentando caracteres macrocefálicos muchas de las redes de países en vías de desarrollo como consecuencia directa de los Procesos de Colonización que sufrieron y marcaron su devenir urbano.

Fuente: WikiImages, https://pixabay.com/photos/earth-world-map-continents-land-11595/, bajo licencia Pixabay.

Históricamente, la urbanización se ha relacionado con el desarrollo económico. En Europa y Norteamérica, la rápida urbanización ocurrida en los siglos XIX y XX fue acompañada de un proceso de industrialización y de crecimiento económico. Sin embargo, tendencias más recientes como las que están ocurriendo en África Subsahariana desvinculan la urbanización del crecimiento económico ya que las ciudades están creciendo, sobre todo, en sus periferias con un desarrollo urbanístico basado en asentamientos urbanos informales, que están llevando a una polarización de la riqueza y a un incremento de la desigualdad perfectamente visible en los slums o barrios marginales que ya dan vivienda a casi 900 millones de habitantes en el año 2014, y, aunque la proporción de la población que vive en estos barrios se está reduciendo en términos relativos, se sigue incrementando en términos absolutos (UN-Habitat, 2016).

Referencias

Capel, H. (1975). La definición de lo urbano. Estudios geográficos, 138(139), 265-301. Recuperado de http://www.ub.edu/geocrit/sv-33.htm

UN-Habitat (2016). World Cities Report 2016. Key Findings and Messages. Urbanization and Development: Emerging Futures. Recuperado de http://wcr.unhabitat.org/wp-content/uploads/2017/02/WCR-2016_-Abridged-version-1.pdf

United Nations (2018). The World's cities in 2018: data booklet. Recuperado de https://digitallibrary.un.org/record/3799524?ln=es

1.2 ¿Por qué se produce la urbanización?

Urbanizar es el proceso por el cual un área que no es urbana se convierte en urbana. En consecuencia, se tienen que producir un conjunto de transformaciones y una paulatina concentración de la población en asentamientos urbanos. Además, deben producirse una serie de factores desencadenantes que principalmente se fundamentan en la existencia de un foco de atracción de actividad económica y empleo. Los procesos de urbanización implican cambios en la localización de la población y en la organización del sistema de asentamientos humanos. Se va a producir un trasvase de población desde las áreas rurales que sufrirán un proceso de despoblación, por lo menos, en un primer momento.

La urbanización se produce gracias al surgimiento de un mercado y de una actividad comercial, que permite una concentración de la población. Es necesario que exista un umbral mínimo de demanda que solo se consigue con una concentración importante de población. Definiríamos el umbral de demanda como la población mínima que debe de existir para que determinadas actividades empresariales sean rentables, lo que lleva a una concentración de la actividad económica. Conforme se desarrolle la actividad comercial, la capacidad de atracción y el área de influencia de la ciudad se ampliará, es decir, ejercerá una centralidad sobre su región circundante. Esto está relacionado con la Teoría del Lugar Central de Christaller. Así, las ciudades se presentarán como lugares centrales que organizan el territorio próximo en lo que se denominarían áreas de influencia. La actividad económica se irá diversificando por el continuo proceso de aglomeración, sobre todo, a partir la revolución industrial. La progresiva urbanización de los territorios, con la difusión del fenómeno urbano, llevará a la conformación de una red de núcleos urbanos que articularán una estructura de núcleos de población de diferente rango y tamaño y podremos hablar de redes urbanas que se organizarán en función de su diversidad de tamaños y jerarquía.

Como consecuencia de este fenómeno, se ha producido paulatinamente un aumento de la población que vive en las ciudades, resultado de fuertes corrientes migratorias campo-ciudad y de una mayor vitalidad demográfica. Ello puede ocasionar problemas derivados de una insuficiencia de vivienda o infraestructuras y equipamientos. Se producirá también un incremento del número de ciudades en los procesos más evolucionados debido a la propia difusión del fenómeno urbano (a veces la aparición de nuevos núcleos se potencia con políticas regionales que tratan de potenciar la estructura territorial en zonas de poblamiento más débil). Las ciudades cada vez consumen más territorio, debido a la creciente demanda de la actividad económica, las infraestructuras y la población.

Fuente: imagen propia

Por último, se nos plantea aquí un problema relativo a cómo medimos la urbanización.  Por ejemplo, podríamos considerar que los países más urbanizados son aquellos que disponen de un porcentaje de población urbana más alto. Pero también podríamos considerar más urbanizados aquellos que tengan una mayor superficie urbanizada, es decir, superficie transformada tras la realización de obras de urbanización, la construcción de infraestructuras, equipamientos, de zonas residenciales propias de las ciudades, etc. No obstante, partiendo de la no existencia de una definición consensuada sobre lo que es la ciudad, y considerando que los límites de la ciudad se encuentran cada vez más difuminados, la cuantificación y comparación del grado de urbanización de las regiones será una tarea complicada. 

 

 

1.3 Las ciudades como creación humana: El plano como totalizador histórico

La ciudad es un proyecto comunitario, es una creación colectiva que se ha ido produciendo a lo largo de su historia (Bonet Correa, 1995). Es por ello que podemos afirmar que las ciudades son una creación humana y como tal, son el reflejo de las decisiones tomadas por diferentes actores a lo largo de la historia y evolución de esas ciudades. Por tanto, suelen responder a la lucha de poderes existentes y a la filosofía y los modos de vida imperantes. Podemos considerar que las ciudades han sido resultado de los conflictos que han ido configurándola hasta llegar a ser la ciudad que conocemos hoy en día. En este sentido, al igual que la cita atribuida a Camilo José Cela sobre que hay dos clases de hombres: los que hacen la historia y los que la padecen, también podríamos afirmar que, en la historia de la ciudad, podemos encontrar a aquellos que la han construido y a aquellos que la han padecido. Un claro ejemplo de ello lo vemos en la ciudad industrial, donde la clase burguesa y los empresarios construían la ciudad y el proletariado sufría las consecuencias de esa ciudad densa, contaminada e insalubre.

Fuente: Arturo Espinosa (CC-BY 2.0), https://flic.kr/p/bYvMzf

Podemos considerar también a la ciudad como un palimpsesto. La ciudad no es una hoja en blanco, sino que su espacio ha sido ocupado desde la antigüedad y las sucesivas generaciones de habitantes que han vivido en ella han dejado su huella. Por eso, el plano nos será una herramienta muy útil para identificar las huellas de ese pasado. El plano será el totalizador de esa historia urbana y en él podremos identificar permanencias y morfologías de otras épocas históricas. Cada una de estas morfologías será la respuesta pasada a unas necesidades de organización del territorio que estaban a su vez supeditadas a las formas de organización, cultura, creencias religiosas, división social, conocimientos técnicos, recursos materiales disponibles y modos de vida de las sociedades que vivían en ellas. Por ello, afirmamos que "sin historia no hay ciudad" y de ahí, la importancia de estudiar la evolución histórica de las ciudades.

Fuente: Dominio Público, https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/d/dd/Georgian_paliphsest_V-VI_cc.jpg

A lo largo de la historia hemos visto cómo diferentes agentes han podido actuar sobre la ciudad, mientras que otros han tenido que sufrir las consecuencias de las decisiones tomadas por los primeros. Así, por ejemplo, en la ciudad industrial era la burguesía y los industriales liberales quienes diseñaban la ciudad acorde a sus necesidades y los proletarios, que vivían hacinados en los slums, quienes padecían las consecuencias de una ciudad congestionada e insalubre. En épocas más recientes, con el estallido de la burbuja inmobiliaria, constructores e inversores especulativos, junto con muchas administraciones locales que veían un incremento de sus ingresos en la reclasificación de suelo, han permitido el crecimiento de muchas ciudades supeditando este crecimiento a intereses económicos, mientras que una parte importante de la población ha visto como la viviendas se encarecía, la ciudad se extendía y perdía su escala humana.

Referencias

Bonet Correa, A. (1995). Las claves del urbanismo. Barcelona: Planeta.

1.4 El urbanismo y el planeamiento urbano

El urbanismo se puede considerar como la ciencia y arte de la ordenación urbana. El urbanismo es una práctica social, pero también una disciplina técnica que pretende dar solución a las necesidades materiales y sociales de sus residentes. En este sentido, es, por tanto, el reflejo de la forma de organización y del modo de vida de cada sociedad. Recibe aportaciones de numerosas disciplinas científicas (arquitectura, ingenierías, economía, sociología, geografía, historia del arte, etc.), aunque la perspectiva con que abordan el estudio de la ciudad sea diferente, pero siempre complementario (Delgado Viñas, 2016).

El urbanismo es una disciplina relativamente nueva que nace en el siglo XIX con objeto de transformar la ciudad de la era industrial. Tras la Segunda Guerra Mundial con las transformaciones de orden económico, político y social que se produjeron en los países desarrollados, pero también en el Tercer Mundo, el urbanismo conoció una expansión sin precedentes, tanto en el ámbito teórico como aplicado. En la actualidad, están proliferando los trabajos y publicaciones acerca del urbanismo realizados por investigadores procedentes de muy diversas disciplinas: geografía, arquitectura, economía, historia, arqueología, etc. En definitiva, el urbanismo es una ciencia que tiene tanto un carácter teórico como un carácter aplicado.

Las aspiraciones del urbanismo pasan por mejorar las condiciones de habitabilidad de las ciudades y lograr una mayor funcionalidad de las mismas. A lo largo de la historia, siempre han existido propuestas de ciudades ideales, propuestas muchas veces utópicas, que pretenden conseguir una mejor calidad de vida para los habitantes de las ciudades. Al fin y al cabo, el urbanismo intentará dar respuesta a objetivos diversos como podría ser lograr una mayor calidad de vida para los ciudadanos, búsqueda de competitividad territorial, inclusión social, etc. Por todo ello, el modo en que enseñamos y planificamos nuestras ciudades puedes ejercer una gran influencia en diferentes dimensiones nuestro día a día: social, económica, ambiental, etc.

Fuente: imagen propia

Por último, el urbanismo se traslada al territorio a través del planeamiento urbano, que es el instrumento que nos va a permitir ordenar físicamente el espacio a través de un conjunto de planes, proyectos y técnicas que establecerán los usos del suelo y la disponibilidad del mismo para crecer. Dado que las ciudades evolucionan, el urbanismo también ha evolucionado. El urbanismo no puede ser una disciplina estática y deberá adaptarse a las circunstancias cambiantes de la ciudad (Borja, 2016). El planeamiento urbano actuará a escala local, pero siempre insertándose dentro de un marco territorial más amplio y en consonancia con lo que marque la Ordenación Territorial a escala superior.

En resumen, el planeamiento urbano está dirigido a ordenar el espacio urbano y se sirve para ello de planes urbanísticos, que son instrumentos regulados por una legislación específica. Va a tener, por tanto, un efecto directo sobre el destino del suelo, sobre el uso que se le va a dar ese suelo y sus posibilidades de desarrollo. Su escala de aplicación se limita al espacio municipal, mientras que existen otros instrumentos a escala regional que realizarán una ordenación territorial. En España, la ordenación del territorio recae en manos de las comunidades autónomas que son las administraciones competentes en ello, mientras que el planeamiento urbano está en manos de los ayuntamientos, que son quienes elaborarán sus Planes Generales de Ordenación Urbana (PGOU) para ordenar todo el ámbito municipal y que, posteriormente, contarán con una serie de instrumentos para desarrollar la ordenación que venga recogida en el PGOU. En el caso de la Comunidad Autónoma del País Vasco, la ordenación territorial cuenta con el instrumento principal de las Directrices de Ordenación del Territorio (DOT). Las DOT se desarrollarán a una escala intermedia a través de los Planes Territoriales Parciales. También existe una legislación territorial de carácter sectorial que se articula a través de los Planes Territoriales Sectoriales.

Fuente: imagen propia

 

Referencias

Borja, J. (2016). El urbanismo frente a la ciudad actual: sus desafíos, sus mediaciones y sus responsabilidades (Introducción). Recuperado de https://www.plataformaurbana.cl/archive/2016/02/15/el-urbanismo-frente-a-la-ciudad-actual-sus-desafios-sus-mediaciones-y-sus-responsabilidades-introduccion-por-jordi-borja/

Delgado Viñas, C. (2017). Miradas sobre la ciudad desde la geografía, la historia y el urbanismo. El estado de la cuestión a comienzos del siglo XXI. Ciudades, (19), 117-142. https://doi.org/10.24197/ciudades.19.2016.117-142

Esteban i Noguera, J. (2011). La ordenación urbanística: conceptos, herramientas y prácticas. Recuperado http://hdl.handle.net/2099.3/36652

1.5 Lecturas recomendadas

Una lectura recomendada para entender el concepto de lo urbano es:

Capel, H. (1975). La definición de lo urbano. Estudios geográficos, 138(139), 265-301. Recuperado de http://www.ub.edu/geocrit/sv-33.htm

En el artículo de Carmen Delgado Viñas se expone el papel de la geografía en el estudio de la ciudad:

Delgado Viñas, C. (2017). Miradas sobre la ciudad desde la geografía, la historia y el urbanismo. El estado de la cuestión a comienzos del siglo XXI. Ciudades, (19), 117-142. https://doi.org/10.24197/ciudades.19.2016.117-142

Jordi Borja en un breve post realiza una introducción de los desafíos a los que se enfrenta el urbanismo y cuáles son sus funciones, que resulta interesante para entender el papel que puede jugar el urbanismo y su función ética y política en la ordenación del territorio.

Borja, J. (2016). El urbanismo frente a la ciudad actual: sus desafíos, sus mediaciones y sus responsabilidades (Introducción). En Plataforma Urbana. Recuperado de https://www.plataformaurbana.cl/archive/2016/02/15/el-urbanismo-frente-a-la-ciudad-actual-sus-desafios-sus-mediaciones-y-sus-responsabilidades-introduccion-por-jordi-borja/

El manual de Esteban i Noguera nos puede servir, especialmente el capítulo 1, para entender qué es el planeamiento urbano y diferenciarlo del urbanismo o urbanística (término que aparece en el manual pero que es sinónimo de urbanismo).

Esteban i Noguera, J. (2011). La ordenación urbanística: conceptos, herramientas y prácticas. Recuperado de http://hdl.handle.net/2099.3/36652

Por último, para entender la situación de las áreas urbanas en el planeta son referencia esencial los dos informes siguientes:

Naciones Unidas (2018). The World's cities in 2018: data booklet. New York: Naciones Unidas. Recuperado de https://digitallibrary.un.org/record/3799524?ln=es

UN Habitat (2016). World Cities Report 2016. Urbanization and Development: Emerging Futures. Nairobi: United Nations Human Settlements Programme (UN-Habitat). Recuperado de https://wcr.unhabitat.org/wp-content/uploads/2017/02/WCR-2016_-Abridged-version-1.pdf