El estudio de la función pulmonar permite confirmar, detectar o descartar alteraciones fisiopatológicas compatibles con la orientación clínica y diagnóstica. Además ayuda a valorar la gravedad del proceso, a controlar la respuesta terapéutica y a monitorizar la evolución de la enfermedad.
La exploración funcional respiratoria debe realizarse en ambiente tranquilo, de forma metódica, con apoyo gestual o visual, con simulación previa de las maniobras por el técnico o mediante registro de vídeo y con sistemas feedback electrónicos para estimular al niño.
Se considera a un niño como colaborador para efectuar las pruebas de función pulmonar, cuando es capaz de realizar correctamente y de forma activa las maniobras indicadas por el médico o por el técnico en función pulmonar.
En este capítulo se hace hincapié en el niño colaborador de cualquier edad, no sólo los mayores de 6 años, ya que con las nuevas metodologías y los programas de incentivación participativa se consiguen estudios de función pulmonar válidos y reproducibles también en la mayoría de niños entre 2 y 6 años.
La exploración funcional respiratoria debe realizarse en ambiente tranquilo, de forma metódica, con apoyo gestual o visual, con simulación previa de las maniobras por el técnico o mediante registro de vídeo y con sistemas feedback electrónicos para estimular al niño.
Se considera a un niño como colaborador para efectuar las pruebas de función pulmonar, cuando es capaz de realizar correctamente y de forma activa las maniobras indicadas por el médico o por el técnico en función pulmonar.
En este capítulo se hace hincapié en el niño colaborador de cualquier edad, no sólo los mayores de 6 años, ya que con las nuevas metodologías y los programas de incentivación participativa se consiguen estudios de función pulmonar válidos y reproducibles también en la mayoría de niños entre 2 y 6 años.
Última modificación: jueves, 6 de septiembre de 2012, 17:51